Movie Houses in Costa Rica

I’ve been to pretty much all the movie theaters in San Jose, and I can’t think of any that are in the old lavish style that I think you’re talking about. They’re all pretty plain jane. I don’t really know which one is the oldest, but Cine Rex across the street from the Central Plaza is probably pretty close. It’s large and has a balcony, but as I said, not ornate.

For that, just check out the National Theater. Nothing can compare.

As far as Tico vs Expat theaters, I don’t think any such thing exists. The ads in the paper for movies do specify, however, whether the film is in Spanish or English, and whether it’s dubbed or has subtitles.

If you want a real Tico movie experience, rent a movie from a video rental store. Get the newest Gringo movie out that’s subtitled in Spanish. If you’re lucky, it’ll be an illegal knock-off, and the worse the better. The worst (best) ones were produced by a guy with a video camera in the audience, so you can see people getting up to go to the bathroom. These are also horribly translated of course, so if you’re bilingual, the translation gaffs add to the hilarity.

Many of the legal copies are subtitled in Mexico. You can always tell, because if they’re translating “hamburger”, it comes up as “taco”.

Really, I’d skip the movie houses and go directly to the theaters. There are lots of great concerts at the National Theater and the Melico Salazar Theater 100 meters west (very large, but basically like an auditorium), and there is a thriving thespian community staging a surprising number of theatrical performances in small theaters as well. These you can’t get at home.

Editer,

You may find this phenomenon still exists in rural communities, but not in the more “cosmopolitan” Central Valley.

I am taking a chance that you understand some Spanish. In today’s La Nacion at they wrote of two recommended films – one from Uruguay called ‘Whisky’ and the other from Germany about an Africa Masai warrior called ‘La princesa masai’

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Cine de repertorio:

Altísima calidad: Dos excelentes cintas en tres salas josefinas

Películas: A partir de mañana viernes se estrenarán aquí las cintas Whisky (Uruguay) y La princesa masái (Alemania).

Wílliam Venegas
wvenegas@nacion.com

Una película uruguaya y otra alemana dan un matiz diferente a la cartelera del país este fin de semana. La primera se titula Whisky (2004) y la de Alemania se titula La princesa masái (2005).

Con Whisky hay una anécdota que corrió, en su momento, por el país: que por culpa de este largometraje, el filme costarricense Caribe (de Esteban Ramírez) perdió premios en festivales. Es un poco de humor negro, pero lo cierto es que la película uruguaya ganó laureles en La Habana, Tokio, Toronto, España y Cannes.

Con algún retraso, este largometraje se exhibe ahora en salas del American Outlet Mall y de Cinépolis Terramall, en funciones de distintos horarios.

Un dato lamentable alrededor de esta excelente película es que, después de tanto éxito, uno de sus jóvenes directores, Juan Pablo Rebella, se suicidó en Montevideo. El otro codirector es Pablo Stoll.

En lo que toca al largometraje La princesa masái, este filme se exhibe en la Sala Garbo, en funciones de 4, 6:45 y 9 p. m.

Se basa en un libro escrito por Corinne Hoffman con el título de La masái blanca, best-seller de la literatura alemana.

Se trata de un cautivante drama erótico y antropológico sobre una mujer suiza que se enamora en Mombasa, África, de un guerrero masái llamado Lemalian.

Ella se queda allí, con costumbres ancestrales tan diferentes que incluyen asuntos como la mutilación del clítoris.

El enamoramiento llega a mostrar formas muy distintas de enfrentar el hecho erótico entre un guerrero sumburu y una mujer suiza. Es un desgarramiento para ambos, que ella lleva a la literatura.

Este buen filme es dirigido por una mujer alemana, Hermine Huntgeburth, famosa por su trabajo en televisión.

Uruguaya. En cuanto a la trama de Whisky, es de esos filmes donde (aparentemente) sucede muy poco. Sin embargo, tiene el milagro del humor y de la solidaridad. No es whisky para emborracharse, es para deleitarlo a sorbos con las extrañas emociones de un triángulo de cariño entre dos hermanos y la mujer que ha trabajado para uno de ellos casi toda la vida.

Esta película whisquera es cine selecto, tierno, casi triste, siempre humano y con actores en estado de gracia. Es cine maravilloso.

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Scott Oliver – Founder
WeLoveCostaRica.com